lunes, 21 de octubre de 2013

el uno | | el otro

En el pueblo vecino vive un hombre que no existe. Deambula de un lado a otro resignado, mirando la nada y arrastrando los pies por el polvo del verano. Parece proyectado sobre un mundo que se sigue moviendo en otro lado. Una fracción de otra vida que desconoce la luz de esa proyección.
Los que vienen de afuera son los únicos que ven la leve unión que hay entre ellos, y hay muchos que no logran discernir si lo que no existe es el hombre o el pueblo que lo rodea. Un loco moviéndose en un espacio vacío, respetando el trazado de calles imaginarias, abriendo puertas que lo llevan a nada y sintiéndose encerrado en espacios abiertos.

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