lunes, 31 de marzo de 2014

cuarentena

El decapitado y su caja en cuarentena se cruzan con un mercader. La ruta del polvo y la falta de todo en sepia se tragaban la materia y el tiempo, realzando el encuentro de las dos manchas negras.

-Le compro la caja.-

-Lo siento, pero buscamos el silencio.- Dijo el eco de la voz en cuarentena.

-Eh, pero eso habla!-

-Lo se, no deberia hacerlo hasta curarme, pero mi cuerpo no tiene forma de comunicarse sin mi, y esto dificulta mucho las cosas.-

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