Hasta que volvia a ser el gusano de siempre. Encorvado, la vista vencida por la fuerza de gravedad.
El deseo de ser fantasma volvia a aparecer cada otoño, el aire liviano y frio.
A veces el miedo lo separaba en varias personas con varios cerebros, todos gritandole algo distinto al mismo tiempo.
"corre imbecil!
quedate muy quieto
no se te ocurra hacer lo que dicen aquellos dos."
alguno tiene la razon
ResponderEliminarnunca
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